San Antonio de los Alemanes – Una Joya desconocida de Madrid

Iglesia de San Antonio de los Alemanes frescos

San Antonio de los Alemanes – Una Joya desconocida de Madrid

La Iglesia de San Antonio de los Alemanes es una joya artística y arquitectónica que ha quedado con el paso del tiempo eclipsada por la fama de iglesias y catedrales más modernas y de más renombre de la ciudad, pero en su interior alberga una riqueza artística que difícilmente es comparable a ninguna otra en Madrid.

Madrid está repleto de iglesias, conventos y edificios religiosos interesantes. La mayoría de los turistas se decantan por la Catedral de la Almudena, pero también tenemos las Iglesias de San Andrés, de los Jerónimos, de San Ginés, de San Francisco, el Convento de las Descalzas y algunas otras de igual importancia y belleza. Por desgracia muchas veces estos otros edificios quedan relegados a un segundo plano, pero algunos de ellos esconden las más bellas joyas de Madrid. Entre ellas se encuentra la Iglesia San Antonio de los Alemanes.

Iglesia de San Antonio de los Alemanes

A 8 minutos de la Puerta del Sol, en el colorido barrio de Malasaña, en chaflán de la Corredera Baja de San Pablo y la Calle de la Puebla, encontramos un templo que sólo llama la atención por ser distinto al resto de edificios que lo rodean, sin ser especialmente bonito o llamativo de por sí. Si bien como de todos es sabido, la belleza está en el interior, y así al acceder a él se observa una cúpula interior que presenta un aspecto absolutamente espectacular. Pero antes de conocerla por dentro conozcamos su historia.
Originalmente, la iglesia fue construida por la institución San Antonio de los Portugueses y actuaba como hospital para portugueses, dándoles cobijo y comida. En aquella época las buenas relaciones premiaban entre los páises peninsulares: existía la unión ibérica entre Portugal y España, y en Madrid había una importante comunidad lusa. Así y por ello se comenzó su construcción en 1624, durante el reinado de Felipe IV con su función original. Pero con el posterior deterioro de las relaciones entre países y con la definitiva separación de Portugal de España en 1640 la iglesia pasó a cambiar de huéspedes. A partir de aquel momento pasó a albergar a la comunidad alemana en lugar de a la lusa, de ahí su nombre final de San Antonio de los Alemanes. La responsable de este cambio de nombre fue Mariana de Austria, esposa de Carlos II e hija de Felipe Guillermo de Neoburgo, elector del Palatinado alemán, que lo ordenó ya que con ella vinieron muchas personas de nacionalidad tudesca (alemana) a la capital. Precisamente, no muy lejos de la Iglesia, bajando la Corredera Baja de San Pablo y cruzando la Plaza de la Luna, llegamos a la calle Tudescos, que recibe su nombre en referencia a los regimientos alemanes del rey de España.

Conocida su historia y nombre, pasemos a admirar su asombroso interior.

Iglesia de San Antonio de los Alemanes interior

Si parece asombroso en fotografía, podéis imaginar lo que es verlo al natural. El diseño del interior  de esta obra maestra corrió a cargo de Michelangelo Colonna y el artista que realizó las pinturas de la bóveda fue Francisco Rizzi, también conocido por su contribución al Monasterio del Escorial. No en vano, esta cúpula se ha ganado el honroso calificativo de la “Capilla Sixtina Española”, sobra el decir el porqué. Los muros son de Lucas Jordán y los altares de Eugenio Cajés.

Pero la iglesia no sólo destaca por su belleza, sino por otros detalles curiosos como su órgano, o por albergar las tumbas de varias infantas de Castilla, entre ellas Berenguela de Castilla y Aragón, hija de Alfonso X el Sabio y Violante de Aragón y Hungría.

Pero con el paso del tiempo, este lugar dejó de acoger sólo a portugueses o alemanes para pertenecer a la Hermandad del Refugio, que prestaba ayuda a los necesitados independientemente de cual fuera su nacionalidad. Y así lo sigue haciendo a día de hoy, ya que en una de sus puerta laterales (subiendo por la Corredera de San Pablo) se encuentra un comedor social. Ya antiguamente los sacerdotes salían a buscar pobres a los que dar pan, agua y huevo duro. Y aquí viene la anécdota, pues de aquellos tiempos aún se conserva la plantilla de madera que se utilizaba para ver si «un huevo valía o no». La plantilla constaba de un agujero, y si el huevo pasaba por él, se desestima por considerarse deshonroso para la hermandad. Por eso se decía: si pasa, no pasa. Era la conocida como la «ronda del pan y el huevo».

Por tantas curiosidades y por su singular belleza, os animos a visitar la iglesia de San Antonio de los Alemanes para ver con vuestros propios ojos la obra maestra de su interior. Se puede hacer en los horarios de culto: de lunes a sábado a las 19 horas, domingos y festivos a las 11, 12, y 12’45.
Pero si preferís disfrutar de ella sin recibir un sermón entre medias, lo mejor es hacerlo en el horario de visitas que es de 10’30 a las 14 horas de lunes a sábado, pagando el bajísimo donativo de 2 euros. ¡Merece la pena!

Y con esto esta semana os acercamos uno de los secretos mejor escondidos secretos que tiene la ciudad de Madrid. ¡Si queréis Descubrir muchos más no lo dudéis y venid a probar nuestros Free Tour Madrid !



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